Ya no tienes edad para ponerte un vestido corto; tienes que ser delgada para que cierto tipo de prendas se te vean bien; para verte elegante tienes que usar ropa muy costosa; ya estás mayor para estudiar y aprender algo nuevo.
Hablemos de estereotipos…
Los estereotipos son imágenes mentales que las personas hacemos acerca de los demás, son representaciones de un grupo de personas al que se definen a partir de ciertas características, cualidades y habilidades. Estas imágenes mentales pueden ser positivas, negativas o neutras; el problema con dichas imágenes es que siempre son limitadas e incompletas.
Los estereotipos en realidad facilitan el prejuicio y discriminación, etiquetan y encasillan.
Por ponerles un ejemplo, en el ámbito escolar, cuando los adolescentes se agrupan buscando pertenecer podemos distinguir a los jóvenes estudiosos y los etiquetamos como “nerds”, a los que tienen habilidades en el deporte “deportistas”,a los que les gusta los animes “otaku o friki”, o a los que son muy sociales y no muestran mucho interés por los estudios como “indisciplinados o rebeldes”. Estereotipamos a los jóvenes con la información limitada que se tiene sobre ellos, y así van creciendo con etiquetas y limitaciones.
Desque que nacemos la sociedad nos encasilla en normas sociales. En el 2018, dos madres publicistas noruegas hicieron la campaña Just Kids Campaing con la finalidad de concientizar sobre los estereotipos de género en la ropa infantil.
Foto: Lions, Just Kids Campaing
Se dieron cuenta que en las tiendas de departamentales había una gran diferenciación en la ropa de niñas y niños. La ropa para las niñas era de colores pasteles: rosa, lila, amarillo; con estampados de gatitos, princesas y corazones; con mensajes emocionales haciendo referencia a ser edición limitada, princesas de papá, las cosas pequeñas importan.
Y, por otro lado, la ropa para niños era de colores vivos: rojo, azul, verde; estampados de dinosaurios, rock, super héroes, naves espaciales, grupos de rock; con mensajes que alientan al poder, a cambiar el mundo, a transmitir fuerza y que son el futuro.
Mientras que a los niños se les motiva a ser fuertes, a las niñas a ser más dulces y dóciles.
Crecemos pensando que para ser guapa tienes que ser delgada, alta y encajar en los cánones de belleza establecidos, que las mujeres a partir de cierta edad deben vestir de forma conservadora, o que para ser elegante es necesario un guardarropa costoso.
Estas creencias nos limitan y nos impiden abrirnos a nuevas y mejores posibilidades. Nos limitan a pensar que los hombres también pueden ser sensibles y llorar, y que las mujeres también podemos cambiar el mundo, transmitir fuerza, ser poderosas y a creer que también somos el futuro…
Los estereotipos bloquean nuestra capacidad de crítica; si bien todos tenemos prejuicios, no debemos actuar en función de
ellos.
Foto: Anastasia Kazakova
¿Qué estereotipos te están limitando para ser feliz o alcanzar tus objetivos?
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